En última instancia debe ser un espacio humano y con personalidad, donde uno se "siente bien". Un espacio donde te sientes como en casa. Un espacio donde el espíritu cooperativo, de compartir y de ayudar lo impregna todo. Un espacio vivo con una actividad que no para pero con sosiego y sin estrés, Un espacio que invita a la sorpresa constante por lo variopinto de sus habitantes o por lo que ocurre en el espacio. Un espacio en el que tienes la sensación que todos los días estás aprendiendo cosas y conociendo gente interesante. Un espacio donde te sientes motivado. Un espacio donde las propuestas son escuchadas y a veces desarrolladas. Un espacio donde se respira esperanza o un futuro prometedor. Un espacio que te sientes orgulloso de enseñar a otros. Un espacio donde se respira paz.